martes, febrero 06, 2007

GUÍA DE BOLSILLO PARA DESENMASCARAR A UN ARROCERO EN TU FIESTA.


Con este manual de bolsillo, usted quedará completamente capacitado para identificar de una manera más práctica y efectiva a cualquier arrocero indeseable en sus celebraciones y/o fiestas, quinceaños, bautizos, cumpleaños, graduaciones y bodas. Además, esta guía es perfectamente aprovechable a la inversa, es decir, usted quedará entrenado para ejercer profesionalmente el arte de arrocear en cualquier evento que no haya sido invitado. Solo aplique nuestros consejos de detección de arroceros, pero al contrario.
Así como lo oye, haremos de usted todo un profesional en este oficio, porque aunque usted no lo crea, el ser arrocero requiere disciplina, arte y sobre todo descaro. Arrocear en las fiestas es una profesión, tal cual como un abogado, administrador o ingeniero, y en algunos casos hasta una forma de vida.

1. Lo primero que usted debe saber es que un arrocero normalmente no trabaja solo, lo hace en equipo, es decir, se mueven en grupos. Esto significa, que usted no tendrá que lidiar con un solo indeseable en su fiesta, sino con varios.

2. Es fundamental tomar en cuenta los exteriores del lugar donde se celebra el acontecimiento. Usted podrá ahorrase muchos dolores de cabeza si actúa desde el principio. Los arroceros antes de entrar en acción, merodean las adyacencias del lugar en busca de información que les permita un ingreso menos traumático, por ejemplo: El nombre de la quinceañera, los novios, el que está de cumpleaños , etc.
Para contrarrestar este primer paso, hay que picar a’lante. Lo mejor es contratar a una compañía de seguridad para pedir invitación en la entrada. Sin embargo, si su presupuesto está ajustado o limitado, es decir, si es usted un pelabolas, recomendamos establecer una comitiva de seguridad entre los propios invitados. Cada cual ejercerá de guachimán rotándose cada treinta minutos con otros invitados para que de esta manera ninguno se pierda la fiesta.
Es indispensable llevar un cuaderno de sucesos y usted como dueño/a de la fiesta, deberá supervisar las anotaciones para prevenir el ingreso al recinto del indeseable. Cualquier novedad no atacada en su momento podrá ser irreversible. No olvide que una vez el arrocero traspase este primer filtro, su fiesta tendrá los minutos contados.

3. Una vez adentro (El arrocero) mostrará una conducta más bien reservada, hará lo posible para pasar desapercibido. Esta actitud es perfectamente identificable, normalmente miran hacia el suelo y permanecen en rincones alejados del bululú, evitando de esta manera un contacto directo con usted.
4. El siguiente paso del arrocero, será cuadrarse con algún mesonero. Sin que este lo sospeche, quedará envuelto con la labia intrépida y suspicaz del indeseable, haciéndole creer que es alguien muy allegado al agasajado, por ende, el objetivo principal del bastardo que es caña y comida en abundancia, quedarán perfectamente cubiertos.

5. Un arrocero profesional siempre trae consigo un encendedor, de esta manera aplicará la estrategia del caballero dispuesto a encender cuanto cigarrillo se le atraviese para poder martillar los de su consumo personal.

6. Los arroceros experimentados, cuentan con un sentido del oído híper desarrollado, los muy malditos son como murciélagos entre la oscuridad del recinto, siempre atentos a la conversación de algún vecino para obtener datos del agasajado que le pueda ser útil para defenderse a la hora de ser descubiertos.

7. En caso que haya buffet en la recepción, el muy muerto de hambre será uno de los primeros en la fila, no olvide que su principal objetivo es comer hasta reventar.
Posponer esta medida para luego, representará un riesgo que él no estará dispuesto a correr.

8. Una vez el arrocero se integra a un grupo y ha hecho hasta amigos (muy probable que sean familiares suyos) es el primero en romper el hielo y comenzará a regar entre los invitados que la fiesta en cuestión es una verdadera mierda. Criticará la comida, la bebida y rematará la faena destructiva perjudicando seriamente la imagen del agasajado.
Es que los muy hijos de puta, no son solamente chulos y abusadores, también son exigentes y desagradecidos.

9. El primero en emborracharse en la fiesta adivine usted ¿quién será? Si su respuesta es el arrocero, hasta ahora no ha perdido su dinero con este manual de bolsillo.
Cuando el muy granuja se emborracha, significa que la etapa de desinhibición a traspasado los límites, por consiguiente, cada mujer que se encuentre en el recinto corre peligro, especialmente la suya, o peor aún, puede ser su propia hija la victima del mal nacido. Es que en este nivel, los arroceros no distinguen ni lazos ni vínculos, solo oportunidades para rozar nalgas ajenas, sacar a bailar a la primera que se le ocurra (normalmente a la fuerza) o si no, intentar con cualquier recurso arrastrarse a cualquier fémina de la fiesta para cerrar su jornada laboral con broche de oro.
Si usted es afortunado, el arrocero solo le meterá mano a sus invitadas, porque hay casos que a estos mequetrefes no se les ocurre otra cosa sino ponerse a buscarle peo a cuanto varón se le atraviese por el medio. Se dan la tarea de montar cañones a quien lo mire, manejan los improperios y las provocaciones magistralmente normalmente cuando se saben descubiertos.
A estas alturas de la fiesta, nuestra estricta recomendación es que se haga el güevón, ya que un arrocero borracho y desenmascarado, normalmente acaban con las fiestas a coñazos.

10. Por muy profesional que sea, no olvide que el arrocero es de carne y hueso, por lo tanto, en cualquier momento de la fiesta, debido a tanta comida y bebida, se vomitará en cualquier parte del salón para seguir engullendo. Normalmente, cuando éste es el caso, lo hará muy cerca suyo, incluso usted o alguno de los suyos, cuentan con las mayores probabilidades de ser salpicados.

11. Para finalizar, nuestro último consejo, en esta su guía de bolsillo para desenmascarar a un arrocero en tu fiesta.
Un arrocero por muy experto que sea, a menudo tiene su caída, es decir, su talón de Aquiles. Tenga en cuenta que son descarados y con regularidad abusan de su propia suerte. Por lo tanto, siempre, óigame bien, SIEMPPRE, buscarán la manera de coronarse con una botella debajo del flú y salir con dicho recuerdo como que si nada ha pasado. Si este es el caso, es porque la fiesta ya terminó o está muy cerca de terminar, eso quiere decir que en el recinto de seguro quedan muy pocos invitados, por ende, el riesgo de que le arruinen la fiesta prácticamente es nulo. Lo que usted no debe hacer es: Nunca, óigame bien, NUNCA llamar a la policía. De hacerlo perderá su mejor oportunidad de aplicar la justicia literalmente con sus manos.
Consígase todos los esbirros que pueda, háganle la respectiva rueda de pescao (No olvide quitarle la botella que lleva bajo el sobaco primero, usted no querrá perder más dinero) y cuando esto suceda, usted y los suyos, hagan lo que tuvieron que haber hecho desde el comienzo en las adyacencias del recinto. Sea creativo y sobre todas las cosas, no deje su “guía de bolsillo para desenmascarar a un arrocero en tu fiesta” a un lado, lea cada una de las situaciones para que le dé más arrechera y pueda cobrarse una a una las fechorías de la sanguijuela.

Nota importante: Ya que usted adquirió y conoce todos los por menores de esta su “guía de bolsillo para desenmascarar a un arrocero en tu fiesta” le damos esta última sugerencia.

12. En su próxima fiesta, ahórrese tiempo y dinero, y si llega a ver a cualquier persona que usted no conozca cerca del lugar de su recepción, no pregunte, no medie palabra alguna, simplemente reviéntelo a coñazos.

3 Comments:

Blogger Roberto Echeto said...

Maestro, es Ud. todo un experto en el arte de verle los pelos que le crecen a los agasajos de todo tiempo y lugar.

Tanto este manual para descubrir arroceros como la reflexión sobre las velas en la torta son una belleza.

Del trabajo sobre las velas que aparecerá muy pronto en el nuevo número de los Hermanos Chang me quedo con la imagen de la pantaletica perfectamente doblada sobre el pastillaje de la torta y de éste me quedo con la enumeración de los posibles talones de Aquiles del sinvergüenza típico que se cuela en todas las fiestas.

Entre paréntesis: de un tiempo a esta parte me pregunto con regularidad cómo se forjan las metáforas del habla malandra. Por ejemplo: ¿cómo se formó la unidad de significado y significante entre la palabra "arrocero" y la referencia al gorrón que se autoinvita a una fiesta? ¿Cómo llegó la expresión "estoy quemando arroz" a significar que el interior se te mete por el culo? Obviamente ya las mujeres casi no queman arroz en vista del auge del hilo dental, pero ésa es otra historia...

Maestro, cuando organice una rueda para patear autoconvidados, no olvide llamarme. Siempre es bueno repartir coces para aligerarse de tanto odio.

Un gran abrazo.

R.E.

9:45 a. m.  
Blogger Miss Oogie Boogie said...

Demasiado bueno!

10:14 p. m.  
Blogger Joaquín Ortega said...

Plan por ese culo...coñazos para que respeten!!!

4:11 p. m.  

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